¿Las orquídeas son fáciles de cuidar?
La respuesta es sí. Sí son fáciles de cuidar si pones mucha atención a lo que tienes que hacer. Son plantas que duran años si reciben los cuidados necesarios. Y realmente todo se resume en: agua, luz, temperatura, y el ingrediente estrella, amor.
Agua: El tema del agua para las orquídeas es fundamental, lo más importante es NO AHOGARLAS. Muchos de nosotros en nuestros primeros encuentros con orquídeas pensamos que necesitan mucha agua y estamos muy preocupados echándoles agua todo el tiempo, y esto es lo peor que podemos hacerles. Realmente son de humedad más que de mucha frecuencia de riego. Hay 2 cosas que podemos hacer: 1) regarlas cada que la planta necesita agua, es decir, que ya haya absorbido por completo el agua por medio de sus raíces y nos podemos dar cuenta cuando las raíces se ponen “color pistache” o 2) mantenerlas siempre húmedas con un atomizador (o muchas personas les ponen hielitos porque al momento de derretirse mantienen las raíces húmedas) y poca agua pero constante, siempre evitando que el agua se estanque porque puede pudrir raíces.
Luz: Las orquídeas son plantas de mucha luz. La luz solar es muy importante para la floración de las orquídeas y el desarrollo de raíces y hojas. Lo ideal es colocarlas a un lado de una ventana o tragaluz por la cual entre mucha luz natural. A las orquídeas no les gusta vivir en lugares oscuros o con luz eléctrica, esto hace que se estresen y tiren sus florecitas o que aborten botones.
Temperatura y ambiente: El mejor clima para las orquídeas es un clima fresco y húmedo. No son plantas de mucho calor, y de hecho es en épocas de temperaturas bajas cuando reflorecen. El hecho de que no en todos lados se de el clima “ideal” para las orquídeas no es determinante para su desarrollo, ya que se puede crear este clima artificialmente con un humidificador que constantemente esté humedeciendo el ambiente. De esta manera las orquídeas absorberán el agua del ambiente a través de sus hojas y se mantendrán mejor hidratadas y más felices.
Amor: El ingrediente estrella. Las orquídeas reciben nuestras vibras y nuestro amor de forma directa. Si las cuidamos con amor durarán mucho más que si las tenemos en el olvido. Al final, no dejan de ser seres vivos que transmiten y reciben energía.
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