El amor propio es algo que a muchos no nos enseñaron. Vivimos en una sociedad que no enseña la importancia de amarnos y respetarnos a nosotros mismos. Crecemos, y vamos por la vida amando de nuestra piel pa’ fuera, pero la realidad es que no podemos dar lo que no tenemos y no podemos amar si no nos amamos. Es por eso que hay que trabajar diariamente en el amor propio, en el respeto y en la admiración por uno mismo 🙇🏽.
Si nosotros nos amamos lo suficiente y estamos tranquilos con quienes somos, podemos ser mejores herman@s, papás o mamás, amig@s, vecin@s, etc.. y también podemos transmitirle ese amor a nuestras plantas, que para bien o para mal, dependen de nosotros.
Cuidar una orquídea es como amarse a uno mismo. Es un trabajo constante para poder llegar al desarrollo adecuado. Se riega cuando se requiere de energía positiva, se coloca en una “safe zone” donde se sienta tranquila y en paz pero que también le de la suficiente luz que es el alimento ideal para mantenerse bella 🤩.
El amor que sentimos por nosotros mismos es la mejor herramienta que tenemos para el desarrollo de nuestras orquídeas 👩🏽🌾.